Como aficionado desde mi niñez a las películas de vaqueros, los “westerns” como dicen los finos, he contemplado toda esta campaña como una película de ese género, con el Regimiento PSOE , encerrado en el fuerte de Ferraz, rodeado por una gran coalición de todas las naciones pieles rojas. Atacado por la derecha por el extenso pueblo de los Sioux, Lakotas, y por la izquierda por una coalición de Pies Negros, Cheyennes, Arapahoes, Apaches, Navajos, Pawnees, Comanches… Todo parecía que iba a terminar muy mal, como en “Murieron con las botas puestas”, así lo pronosticaban los modernos hechiceros (las encuestas). Pero no, al final llego la caballería de la socialdemocracia (votantes) y salvó el fuerte y a los supervivientes del Regimiento PSOE.
Sede de Ferraz |
Pero la Historia continua, y nos esperan años de lucha. Escribí hace días: “De la hipotética degradación del espacio socialdemócrata en el PSOE, se derivaría en todo caso, es mi opinión, la regeneración de dicho espacio político, pero no su sustitución por un populismo demagógico, dispuesto a todo para confundir a los ciudadanos y conseguir el poder, mintiendo al estilo de Lenin. Que algunos nos hemos leído la historia y aprendido de ella”.
Estoy seguro de que en los próximos tiempos, se producirá una reorganización del espacio socialdemócrata. Cuando se vayan poniendo de manifiesto, las profundas contradicciones que habitan en el seno de Unidos Podemos (amontonamiento de unas veinte organizaciones políticas: leninistas, transversales, ecologistas, populistas, independentistas…). Y cuando regresen los votantes de centro y centro-izquierda más pusilánimes, que ayer, desde el PSOE y Ciudadanos, emigraron al PP, asustados por la demagogia y mentiras, de los que han llevado al Reino Unido al “Brexit”; espantados por los aplausos de Le Pen, Trump y demás populistas-fascistas a la ruptura de la U.E; atemorizados por la posibilidad de que el PSOE y/o Ciudadanos, pudieran favorecer, de alguna manera, un gobierno de Podemos.
Lo que no sé, es si llegaré a verlo. Porque mientras haya muchas personas, razonablemente muy enfadadas, por las políticas austericidas y de recortes del PP, existirá un importante potencial de voto indignado. Y la oposición al voto de la venganza, del resentimiento, de la indignación. La pelea por un voto racional, razonado, no fruto de simples emociones primarias, será una larga lucha. Una lucha desigual entre razón y emoción, en la cual la primera lleva todas las de perder.
PSOE y Podemos |
Me gusta el programa que hemos presentado en las elecciones, me parece lo más reformista posible, en nuestro mundo globalizado y de soberanía compartida con la U.E.
Pero se puede profundizar:
Reforzar y flexibilizar (no son términos antitéticos) las estructuras del partido, adecuándolas más a estos nuevos tiempos complejos y un tanto alterados. ¿Qué hacer con el funcionamiento de las Agrupaciones? ¿Cómo acoplarlas más a los tiempos digitales, sin perder el valor de la presencia física, del roce y conocimiento personal entre afiliados y simpatizantes?
Abordar la forma de desecar la inmensa laguna que tenemos en las grandes ciudades, en los jóvenes, y en los cuadros de clase de media (dejando de lado los pijos y los yuppies arrogantes y fantasmas).
Enfrentar más fondo el relevo generacional, aunque reconozco que mucho ya se ha hecho. Pero aún queda mucho de endogamia y de selección a la inversa (el “Aniquilamiento de los mejores” del que escribe Otto Seeck, en su “Historia de la decadencia del mundo antiguo”). Elegir a los mejores y no sólo a los más fieles tiralevitas. Y entender que elegimos “políticos”, no teóricos académicos excelentes. Lo digo porque el curriculum académico importa, pero importa más el político (que no hay que confundir con haber estado ahí más tiempo, diciendo amén).
Necesitamos más “caras nuevas, jóvenes”. Teniendo presente que la edad en política no es la del DNI, si no la de los años que se lleva apalancado en puestos directivos. Promocionar a los militantes, que mejor sepan leer los complicados tiempos nuevos, las nuevas apetencias de los ciudadanos, aquellos con más empatia con la sociedad que hoy (2016) nos rodea.
Patxi López y Pedro Sánchez |
Y ¡ojo! No exclusivamente por ser más joven, se interpretan mejor los nuevos cambios. Conozco muchos “veteranos” con una muy buena capacidad, para leer el próximo futuro, y adaptarse a los cambios. Y también a jóvenes más tiesos que la mojama, inflexibles, incapaces de ir amoldándose al río de la historia, que fluye sin cesar.
Y para terminar, permitidme que le dirija unas palabras al “Califa”, a Julio Anguita, mi coetáneo en política: Querido Julio, me parece que ninguno de los dos, finalmente, vamos a vivir para ver el siempre añorado y perseguido “sorpasso”. Me imagino el dolor y la frustración de alguien que como tú, bregado comunista-leninista de siempre, va y se convierte al final de su vida en socialdemócrata, para nada. Ánimo camarada, este dolor ya no durará mucho, unido podrás viajar pronto, a limbo de la irrelevancia política. Que te sea leve.
Palma. Ca’n Pastilla a 27 de Junio del 2016.