Jo Cox, joven diputada laborista, que ha sido retratada por casi todo el mundo político, como una gran mujer, se había posicionado claramente a favor de votar NO, en el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El que la asesinó, Thomas Mair, es un tipo solitario, cuyos trastornados procesos mentales, le habían llevado a identificarse con la ultra derecha. Y cuando un juez le pidió que diera su nombre contestó: “Me llamo muerte a los traidores, libertad para Gran Bretaña”. El llamado ya “factor Cox”, demuestra con una alarmante nitidez, me parece, las limitaciones y los peligros de nuestros sistemas democráticos. Los resultados de un referéndum, dependen tanto o más de las percepciones, de las emociones, que de las frías evaluaciones de los hechos, de la realidad que nos circunda. Y más si de lo que se trata, es de una cuestión tan endiabladamente compleja, como si la permanencia o salida del marco político en que vivimos, es algo bueno o malo para los ciudadanos. Sólo un minúsculo porcentaje de la población maneja, con cierta soltura, los conocimientos necesarios para tomar una decisión informada.
Jo Cox |
La democracia participativa, parlamentaria, a la que me siento tan unido, en la que los ciudadanos cedemos el poder de decisión sobre las cuestiones de Estado, a un grupo, mayor o menor, de representantes políticos, sigue siendo, como decía Churchill, el sistema menos malo que se ha inventado. Y una de las muchas ventajas de este sistema, en circunstancias normales, es que si el electorado se equivoca, tiene la oportunidad de rectificar cuatro o cinco años más tarde.
Los referendos son otra cosa. Pues como bien dijo Cameron: “no hay punto de retorno”. O lo hay a largo plazo y pagando severos costos. Por eso los políticos, a mi entender, no deben sacudirse su responsabilidad, cargándola sobre nuestros hombros de simples ciudadanos. Los Parlamentos, las Cortes, deben hacer su labor, debatir hasta la extenuación y tomar una decisión. Y sólo después acaso, como hicimos nosotros con la Constitución, consultar a la ciudadanía, acerca de la decisión ya tomada por el poder legislativo.
Así lo veo yo.
Palma. Ca’n Pastilla a 23 de Junio del 2016.
ESTOY EN EL PARTIDO QUE ME CORRESPONDE.
ResponderEliminarAyer tarde yo escribía y colgaba en mi Blog, esta reflexión “A propósito de los referendos (II)”. Y esta mañana (24 de Junio):
Felipe González dice en El País:
“Cameron incendió la casa para salvar los muebles y ahora está sin casa y sin muebles. No hay mayor irresponsabilidad”.
En su opinión, el primer ministro británico se “olvidó de los intereses generales del Reino Unido y solo atendió a los suyos personales y a los de su partido”. “La gente de mi edad, que tiene poco futuro, ha decidido por lo jóvenes, que tienen el futuro por delante”, se ha lamentado el expresidente.
“Ya estoy oyendo en Europa a los populismos de derechas y de izquierdas hablar de referéndums, salidas de Europa”, ha alertado…. Y han ganado los que no tienen un plan alternativo para esta salida. Es el triunfo de las emociones negativas.
Ahora, la UE y el Reino Unido viven el “tsunami” de la irresponsabilidad de Cameron, ha apostillado.
El PSOE tiene proyecto, ha continuado González, que ha dicho que no es el de “irresponsables como Cameron capaces de asumir el riesgo de trocear España y debilitarla, no son socios de Gobierno para un partido que tiene un proyecto para España”.
Y Pedro Sánchez en la SER:
Los referendos trasladan a la ciudadanía problemas que tienen que solucionar los políticos. #PedroSánchezEnLaSER
10:21 AM - 24 Jun 2016
Creo que tenemos que reforzar la democracia representativa…
Pero lo que sí que tenemos que hacer es una reflexión sobre la irresponsabilidad de algunos de intentar trasladar la ruptura en forma de decisión binaria sí o no sobre problemas complejos que necesitan ser resueltos a través de la política. Es decir, los ciudadanos lo que tienen que hacer es votar un acuerdo, no pueden votar rupturas como estamos desgraciadamente siendo testigos en este momento".