Leyendo a G.E. Moore

Leyendo a G.E. Moore
Ca'n Pastilla 27 Marzo 2016

domingo, 18 de septiembre de 2016

LA VOLUNTAD DE VENCER

Todos aquellos que aún mantenéis la valentía y la paciencia de leerme, ya habréis observado que escribo con frecuencia de táctica y estrategia. Y sí, estoy leyendo y releyendo, algunos libros de la historia militar de la Segunda Guerra Mundial, especialmente los que se refieren a las contiendas que se dieron en el norte de África. Me interesan, además de cómo historiador, por lo que he dicho alguna vez, que la guerra y la política tienen cosas en común: ambas dependen de la táctica y la estrategia, ambas mueven amplios colectivos humanos, en ambas influye mucho el liderazgo, y también la cohesión y la moral de los ejércitos y los partidos. Así que os adjunto un nuevo ejemplo de ello.
El Mariscal Sir Bernard Law Montgomery, antes de hacerse cargo de la jefatura del Octavo Ejército en África, estuvo tres años impartiendo clases en la Academia Militar de Quetta, en la India. Y en ella explicó una y otra vez, las reglas que, a su parecer, tendrían que seguirse cuando estallará una nueva guerra. Y eran estas:
1. Moral. Estudiar al soldado individualmente. Crear una atmósfera de triunfo. La moral es la base de todo.
2. Simplificación de los problemas. Ordenar aquello que esencialmente ha de constituir, la base de toda acción futura; y una vez que se haya decidido a ese propósito, asegurar que esas bases esenciales son firmes, y no serán perturbadas por una masa de detalles. Como comandante, establecer el marco general de lo que hay que hacer y luego, dentro de ese marco, permitir una gran intervención de los subordinados. Explicarles el plan cuidadosamente en su totalidad, y después mantenerse apartado, y evitar verse abrumado por lo accesorio.
3. Aprender como formar un buen equipo de subordinados y, cuando se haya conseguido, confiar en él.
4. Que cada cual sepa qué quiere, y tenga la valentía y determinación de conseguirlo. Hay que poseer la voluntad de vencer: es mucho más importante luchar bien cuando las cosas van mal, que cuando se desenvuelven en un sentido favorable. Recordar que las batallas, raramente se desarrollan tal como habían sido planeadas. Se requiere una gran paciencia, y hay que proseguir hasta que el otro se resquebraje. Si se está preocupado, las cosas irán mal.
Y estos cuatro puntos, se pueden resumir en: Ser inteligentes. Tener calma. Y poseer valor.
Pues eso.

Palma. Ca’n Pastilla a 6 de Septiembre del 2016.

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