Leyendo a G.E. Moore

Leyendo a G.E. Moore
Ca'n Pastilla 27 Marzo 2016

lunes, 8 de junio de 2015

Estética y Pactos

Para desconectarme un poco de la política, para huir de estos días demasiado emocionantes y angustiosos, de pactos por aquí y por allá, me había puesto a estudiar la relación entre las obras pictóricas del pasado, y lo que Raymond Aron llama el espíritu objetivado de la historia y Dilthey llamaba espíritu objetivo, es decir, todas aquellas cosas de la naturaleza sobre las cuales el espíritu humano ha grabado su huella: libros, piedras talladas, estatuas, edificios, templos, y todo tipo de pinturas o cuadros. Así por ejemplo La Gioconda (Lisa Gherardini de Giocondo) la gran obra de Leonardo da Vinci, tomada como documento histórico, revelaría un cierto modo de sentir o de crear de un hombre en un instante, en una época histórica.
Pero me parece que me he metido en un jardín que me viene grande, y no sé si podré o sabré salir del mismo. Pero mientras tanto, estudiando el tema, me di de bruces ayer, con unas notas que el doctor alemán Vulpius, profesor de filosofía y experto en Estética en Leipzig, le envió a Ortega. Sus notas tratan de Estética, pero leyéndolas con atención, me pareció que podrían trasladarse perfectamente, a la complicada política de pactos con la cual se está lidiando estos días. Al fin y al cabo, alguien afirmó con acierto que “la política es un arte, el arte de lo posible”.
Vulpius le escribió a Ortega, entre otras cosas, esta:
“Los aficionados al arte suelen sentir desvío por la estética. La estética intenta domesticar el lomo rotundo e inquieto de Pegaso; pretende encajar en la cuadrícula de los conceptos la plétora inagotable de la sustancia artística. La estética es la cuadratura del círculo; por consiguiente, una operación bastante melancólica…
No hay manera de aprisionar en un concepto, la emoción de lo bello que se escapa por las junturas. En estética siempre se le olvida a uno algo después de cerrar penosamente el baúl, y es menester volverlo a abrir y volverlo a cerrar y, al cabo, comenzar de nuevo. Con una peculiaridad: eso que habíamos olvidado, es siempre lo principal…
Pactos de la Moncloa
La pintura interpreta el problema de la vida, tomando como punto de partida los elementos espaciales, las figuras. Aquella forma de la vida, aquella infinita totalidad de relaciones necesarias para constituir la simple vida de una piedra, se llama, en pintura, espacio. El pintor crea bajo su pincel una cosa, organizando un sistema de relaciones espaciales y dándole puesto en él; entonces aquella cosa comienza a vivir para nosotros.
El espacio es el medio de la coexistencia: si a un mismo tiempo existen varias cosas, débese al espacio… De aquí que un cuadro es tanto más perfecto, cuanto más referencias haga cada centímetro cuadrado del lienzo al resto de él. Es la condición de la coexistencia, la cual no se reduce a un mero yacer una cosas junto a la otra. La Tierra coexiste con el Sol, porque sin la Tierra el Sol se desbarataría, y viceversa: coexistir es convivir, vivir una cosa de otra, apoyarse mutuamente, conllevarse, tolerarse, alimentarse, fecundarse y potenciarse.
El arte es síntesis merced a este poder particular y extraño, de hacer que cada cosa penetre a las demás y en ellas perdure.
La construcción de la coexistencia, del espacio, necesita de un instrumento unitivo, de un elemento susceptible de diversificarse en innúmeras cualidades, sin dejar de ser uno y el mismo. Esta materia soberana de la pintura es la luz.”
Y hasta aquí las notas que Vulpius envió a Ortega. Pero a mí me gustaría añadir: si para el pintor la luz es el elemento unitivo, la luz para los políticos que intentan ponerse de acuerdo, el elemento unitivo sobre el cual deben erigir el pacto, es la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas, la opinión pública, pero la real que permanece a veces borrosa tras los votos. Porque la verdadera opinión late: no se la ve, hay que descubrirla al través de sus efectos, a la luz de la política. Hay que interpretar bien esa luz que ilumina al todo, al margen del foco particular con el que cada uno pretenda enfocarse a si mismo.
Así que amigos míos ¡¡poca Estética y mucha Política!!

Palma. Ca’n Pastilla a 8 de Junio del 2015.

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